lunes, 20 de octubre de 2008

Taller La Niña Interior


Tengas la edad que tengas hay un niño pequeño en tu interior que necesita amor y aceptación. Si eres una mujer, por muy segura de ti misma que seas, tienes una niña en tu interior que es muy vulnerable y necesita ayuda. Si eres un hombre, por muy machote que seas tienes un niño pequeño en tu interior que necesita afecto y comprensión.

Cuando éramos niños y algo iba mal, tendíamos a creer que había algo malo en nosotros, los niños piensan que si supieran hacer bien las cosas, sus padres y cuidadores los querrían y no los golpearían ni los castigarían. Con el tiempo el niño llega a creer lo siguiente: “Hay algo malo en mí, no soy bueno, no sirvo”. Cuando nos hacemos mayores llevamos con nosotros estas creencias. Aprendemos a rechazarnos.

Además de un niño, también llevamos dentro a un padre o a una madre. Y la mayor parte del tiempo este progenitor reprende al niño, casi sin cesar. Si escuchamos nuestro diálogo interno, podemos oír las reprimendas. Podemos oír al padre o la madre diciéndole al niño que lo hace todo mal o que no vale lo suficiente. Necesitamos lograr que ese progenitor interior sea más cariñoso con el niño o la niña.

Trabajar con el niño interior es muy valioso para sanar los sufrimientos del pasado. En este momento de nuestra vida (ahora mismo), necesitamos comenzar a sanarnos y aceptar cada parte de nuestro ser. Necesitamos comunicarnos con nuestro niño interior y hacerle saber que aceptamos la parte que hacía cosas estúpidas, la parte que tenía una apariencia rara, la parte que estaba asustada, la parte que era siempre muy tonta…, todas nuestras partes.
El amor es la mayor fuerza sanadora que existe. Es capaz de sanar incluso los recuerdos más profundos y dolorosos, porque el amor lleva la luz del entendimiento a los rincones oscuros de la mente. Por muy dolorosa que haya sido nuestra primera infancia, amar a nuestro niño interior nos va a ayudar a sanarla. En la intimidad de nuestra mente, podemos hacer nuevas elecciones y tener nuevos pensamientos. Los pensamientos de perdón y de amor por nuestro niño interior nos van a abrir los caminos, y el Universo nos apoyará en este trabajo.